Colección: Sirena

Cuenta la leyenda que había un pescador que solía pasar las tardes en el muelle del puerto. Disfrutaba del viento vespertino y de las puestas de sol. Cada tarde, al atardecer, una sirena lo observaba con admiración; gustosa de su presencia, se acercaba al muelle y platicaba con él sobre su amor por el mar. Hasta que, una tarde de octubre, él ya no volvió.
Así pasaron los días, hasta que llegó la Noche de Muertos. La sirena veía luces, velas, flores, comida, fiesta. Al caer la noche, sintió una presencia: era su amado pescador. Él le dijo que ya no estaba entre los vivos; un accidente le había arrebatado la vida, pero que cada 1 de noviembre regresaría para verla. Desde esa noche, la sirena regresa vestida con sus mejores galas y, en compañía de su amigo Cempasúchil, espera el regreso de su amor.



Sirena